BLOG DE VIAJE

Inspiración, tips, guías e información para tu viaje a Jordania.


BUSCANDO A NEBO

| Andrew Evans en La Ruta Jordana |

Por Andrew Evans

https://mkt.visitajordania.com/jordania/public/img-blog/2017/04/IMG_9978b-e1493144222166.jpg

Lo oímos antes de verlo: el perrito aullaba en el camino, corría en círculos y saltaba, batallando y claramente sufriendo.

-“¡Un cachorrito!” –gritamos, escudriñando rápidamente la zona en búsqueda de cualquier señal de su madre, pero no estaba allí, y tampoco había otros perritos alrededor. El sonido constante de un perrito perdido y solitario aullando de dolor era demasiado desgarrador, y aunque no habíamos caminado ni siquiera el primer kilómetro por la mañana, caí de rodillas y abracé al perro pequeño y desaliñado contra mi pecho.

No podía haber pesado más de unas pocas libras y estaba completamente sucio, su denso pelo blanco todo enmarañado y embarrado con mugre. Hojas, ramas e insectos se aferraban a su huesudo cuerpo y seguía llorando con el aullido agudo de un animal herido.

Los otros senderistas  se reunieron  a mí alrededor y ayudaron a sostener al perro mientras el resto de nosotros cepillaba las pulgas y retorcía las garrapatas de la carne del cachorro. Eran garrapatas enormemente gordas, infladas con sangre, del tamaño de gigantescos TicTacs. Al final, eliminamos más de 50 garrapatas de su pequeño cuerpo. Entonces tratamos de ofrecerle comida y agua, pero el diminuto perrito levantó la nariz. Sólo quería que lo sujetaran, así que desenrollé la kufiyya de mi propio cuello y lo envolví como a un bebé consentido.

La kufiyya roja y blanca es casi como un uniforme en Jordania: el paño de algodón cuadrado se usa alrededor de la cabeza de los hombres y alrededor de su cuello para protegerse del sol y del viento o para mantener el calor en el frío. Tres semanas en mi caminata a través de Jordania, iría tan lejos como para poder decir que mi kufiyya es la pieza más útil de ropa que tengo, y ahora puedo agregar un carga bebés del perrito a la lista interminable de "cosas que puedes hacer con un Kufiyya".

Doblada en un triángulo y atada en un nudo, la tela hizo la honda perfecta para nuestro pequeño amigo, de modo que nuestro compañero senderista Muna pudiera llevar al perrito con las manos libres, escalando la ladera empinada, mientras que el ahora tranquilo cachorrito se balanceaba suavemente cerca de su cintura.

https://mkt.visitajordania.com/jordania/public/img-blog/2017/04/IMG_9927-e1493144264627.jpg

-“Pero ¿cómo lo llamamos?” -preguntó Ziatuna, que es escocesa y que realmente se llama Olivia, pero ziatun significa olivo en árabe, por eso la llamamos así.

"¿Musa?" Le sugerí, recordando el nombre árabe de Moisés, ya que en ese mismo momento estábamos caminando sobre las huellas de Moisés, subiendo hasta la cima del Monte Nebo, cerca del lugar donde algunos creen que Moisés fue enterrado. Nuestro grupo discutió los pros y los contras de nombrar un perro "Musa", junto con poéticas palabras árabes con las que podríamos llamarlo, como "blanco" y "bonito", hasta que se me ocurrió: "¿Qué tal Nebo? Ya que lo hemos hallado en el Monte Nebo? "

NEBO

Fue unánime, por lo que para el momento en que Muna había llegado a la cima del Monte Nebo con su cachorrito dormido, ya habíamos nombrado al perro "Nebo". Su cabecita se tambaleaba mientras Muna caminaba hacia nosotros.

"¿Puede Baba llevar un poco a Nebo?" Preguntó Muna, entregándome el paquetito  caliente. Mientras los otros visitaban la nueva iglesia franciscana construida sobre las hermosas ruinas y disfrutaban de los mosaicos bizantinos de la iglesia original, di un baño a Nebo. No tenía agua, pero tenía suficientes toallitas para bebé como para hacer un esfuerzo.

https://mkt.visitajordania.com/jordania/public/img-blog/2017/04/IMG_4683-e1493144281563.jpg

Las toallitas de bebé son como dinero en la Ruta Jordana. Aunque una bolsa de 50 toallitas para bebés no cuesta mucho en la ciudad, una vez que llegas más allá de la civilización, el valor de una sola toallita de bebé puede dispararse. Hay ciertos momentos en el camino que no ofrecen nada mejor que toallitas de bebé para mantenerse limpio y fresco, y a veces es la única manera de lavarse en absoluto.

Utilicé medio paquete de toallitas para bebés en Nebo, quitándole el barro endurecido y lavando su piel. Fue entonces cuando descubrí que Nebo era, de hecho, una niña: hecho que anuncié a los otros senderistas cuando regresaron del monasterio.

"¡Sorpresa! ¡Nebo es una niña!" Dije, luego la devolví a Muna y entré a ver la iglesia por mí cuenta. Cuando llegó la hora de caminar otra vez, Ziatuna tomó al cachorrito y comenzamos el descenso del Monte Nebo. Durante horas caminamos por la ladera de la montaña, y me sorprendió cómo el sendero se estaba volviendo un poco menos inocente, a veces incluso precario, ya que un desvío equivocado a la izquierda o a la derecha te conduciría a acantilados imposibles.

Una vez que llegamos a tierra plana, nos detuvimos a almorzar en un pequeño manantial, donde un hombre mayor y su esposa habían traído su manada de cabras para beber. Ziatuna pidió algo de leche de cabra y sin dudarlo, la amable mujer sacó una de las ubres de la cabra y llenó toda una taza de leche cremosa, caliente y espumosa de cabra.

Nebo olfateó al principio, luego sumergió su  lengua y empezó a sorber, pegando el hocico hasta el fondo de la taza, lamiéndola. En ese momento, vi al perro cambiar de color: su piel se volvió más blanca y más flácida y más viva.

Sin embargo, Nebo no estaba sana. Tenía una terrible diarrea y todavía estaba peligrosamente desnutrida. Comencé a notar otras cosas también, el continuo jadeo, las burbujas saliendo de su boca, y unas breves convulsiones mientras atacaba mi kufiyya con sus dientes. Mientras caminaba con ella, empezamos a preocuparnos por problemas más graves: parvo o rabia. A esas alturas, la luz estaba cambiando y Nebo estaba dormida. A veces me preocupaba que ella estuviese muerta, mientras su pequeña cabeza se empujaba junto con el movimiento de mis pies, con sus rígidas patitas asomando. Cada vez que temía que la habíamos perdido, giraba mi cabeza para soplarle suavemente, observando cómo se movían sus ojos, mostrando un brillante resplandor de esperanza en el cachorrito enfermo y hambriento. Y cada vez, me sentí aliviado de que todavía estuviera viva.

https://mkt.visitajordania.com/jordania/public/img-blog/2017/04/IMG_0051-e1493144297521.jpg

Las redes sociales y muchas llamadas telefónicas salvaron el día, de modo para cuando llegamos al final de la caminata del día, habíamos encontrado un refugio humano dispuesto a cuidarla. Por mucho que quisiésemos llevar  a Nebo en el camino con nosotros, ella necesitaba un veterinario y el cuidado que no le pudimos ofrecer. Esa noche, en la oscuridad, cerca de la fogata, compartimos nuestra cena de pollo con Nebo, que felizmente devoró la carne y al instante empezó a gemir menos. Luego, entregué melancólicamente  a Nebo a nuestro amigo Bashir, quien la llevó hasta Amman y la examinó en el Centro de Bienestar Animal (www.hcaw-jordan.org), donde pudo obtener el tipo de atención inmediata que ella  necesitaba.

A lo largo de los siguientes días, llamamos, escribimos y dejamos mensajes el refugio, pidiendo noticias de Nebo. Finalmente descubrimos: Nebo resulto negativo para el parvovirus y cualquier otra enfermedad grave, tan sólo estaba desnutrida, débil y deshidratada. El veterinario la estaba conservando un poco más tiempo con él para alimentarla y dejar que recuperara su fuerza antes de ponerla con una familia en adopción para siempre.

Me alegré de oírlo, por el bien de Nebo, y aunque parezca tonto, todavía extraño a ese perro. Ella era parte de la Ruta Jordana, aunque sólo por un día, y la habíamos llevado -  recogiéndola desde su pequeño y solitario lugar en la meseta y trayéndola unos 20 km por encima y a través de Nebo. La abrazamos, la limpiamos, la alimentábamos y la amamos -y luego, como nos hemos visto obligados a hacer con tantos otros senderistas que nos encontramos, tuvimos que despedirnos demasiado rápido.

Así que este es mi adiós a Nebo, porque ella es un pequeño pedazo de mi Jordania que nunca podré olvidar: el cómo entre las poderosas montañas de los antiguos profetas, las elaboradas iglesias de piedra y hasta el lugar del Bautismo de Jesucristo, hubo también un pequeño perrito que sólo quería ser salvado.

https://mkt.visitajordania.com/jordania/public/img-blog/2017/04/IMG_0020-e1493144316749.jpg

Aún hay mucho por descubrir de Jordania.
Únete a la comunidad de amigos del Reino Hachemita
y recibe información antes que nadie

QUEREMOS SABER DE TI

En Jordania nos preparamos día con dia para recibirte y esperamos con emoción tu visita, tus respuestas son muy importantes para nosotros.

NEWSLETTER

REGÍSTRATE AHORA PARA RECIBIR INFORMACIÓN DE JORDANIA

viaja a jordania

Descubre la mejor experiencia y planea tu próxima aventura

compartir

jordania