JORDAN TRAIL: CONTENIDO PATROCINADO
SMITHSONIAN.COM
JULIO 6, 2017
Hace miles de años, Jordania era el centro de la Carretera del Rey, la histórica ruta comercial de la Edad del Hierro que se extiende desde Egipto hasta Damasco. Durante los últimos siglos a. C., los mercaderes nabateos tomaron el control de la ruta y los romanos los siguieron. Aquí se fundaron imperios y se libraron guerras religiosas. Ahora, gracias al Jordan Trail con sus 400 millas, usted también puede viajar a pie a través de este legendario terreno.
Dividido en ocho secciones, el sendero va a lo largo de la frontera occidental de Jordania y atraviesa algunos de los paisajes más impresionantes del país, desde las verdes tierras de cultivo de Umm Qais en el norte, pasando por los paisajes desérticos del sur y terminando en el Mar Rojo. También conecta a los viajeros con partes de la cultura jordana que están fuera de las rutas turísticas habituales. Siendo una de las 12 empresas sociales que conforman el Mapa de Viaje Significativo de Jordania, la Ruta pasa por 52 comunidades y ofrece a los viajeros la oportunidad de apoyar a las empresas locales a través de experiencias auténticas y sustentables. Se puede recorrer en su totalidad, así como en partes (cada sección dura de cuatro a seis días) o incluso como una excursión de un día.
Al unirse a la primera caminata oficial en la primavera de 2017, el reconocido escritor de viajes Andrew Evans expresó que «caminar por el Jordan Trail se siente como andar por el paraíso». Al caminar por los acantilados de arenisca del sur de Jordania en la etapa final de su viaje, la sensación de trazar un nuevo territorio lo invadió: «Los acantilados son magníficos y, sin embargo, fuimos [los] únicos que contemplamos su grandeza; durante una semana, al nuestro pequeño grupo de excursionistas [fueron] los únicos habitantes, parecer, del mejor escenario de Jordania«.
Desde paseos bucólicos por el campo hasta vistas desde fortalezas en las colinas y noches estrelladas en el desierto de Wadi Rum, la Ruta es tan hermosa como diversa. Si el Jordan Trail aún no está en su lista de viajes, ésta es la razón por la cual debería estar:
Es un museo al aire libre de 400 millas
Recorrer el Jordan Trail es convertirse en parte de un legado que se remonta a milenios. La Ruta cruza algunos de los sitios históricos más importantes de Jordania, incluidos dos de los cinco sitios del Patrimonio Mundial de la Unesco del país, Petra y Wadi Rum, y con acceso fuera de ruta a los otros tres. Al llegar por la ruta a Petra, la capital nabatea construida en acantilados de roca arenisca rojo-rosada, y Wadi Rum, un antiguo valle del desierto, darás vida a su historia, ya que estas fueron las mismas rutas utilizadas por miles de antiguos comerciantes siglos atrás. Para llegar a Petra, los excursionistas primero pasan a Pequeña Petra, el puesto avanzado del norte de la ciudad, antes de ingresar a la antigua capital a través de una puerta trasera. En Wadi Rum, los viejos caminos de pastores serpentean entre miles de antiguos petroglifos e inscripciones en rocas escritas por los nabateos y las tribus nómadas de Thamud.
Experimentar por sitios menos conocidos es otro regalo de la Ruta. Deténgase entre las ruinas de basalto en Um Qais, una vez una floreciente ciudad de artes de la Decápolis romana, y contemple el Mar de Galilea; luego de un paseo por las ruinas del monasterio bizantino Tel Mar Eliza, que se cree que es el lugar tradicional de nacimiento del profeta del Antiguo Testamento Elías. Visite el castillo medieval de la cima de la montaña de Ajloun, una importante fortaleza árabe en la batalla contra los cruzados europeos, pasando de ahí a su oponente, el Castillo de Kerak, una fortaleza cruzada con mazmorras y foso. Desde Ajloun, pase por el pueblo cristiano-árabe de Remeimeen con su torre y minarete de la iglesia vecina.
Camine por paisajes asombrosos
El paisaje de Jordania cambia dramáticamente de norte a sur. Comience su viaje en el norte, en Umm Qais con sus colinas boscosas, tierras de cultivo fértiles y aguas termales. Aquí, los huertos de cítricos, los olivares y los campos verdes se extienden por millas en medio de afloramientos rocosos salpicados de margaritas, amapolas y el raro iris negro endémico. «Todos los días el camino se vuelve más verde, como si una mano divina hubiera retocado el paisaje con Photoshop, aumentando el brillo a un verde inverosímil que exige gafas de sol y una larga tarde a la sombra de un árbol de azufaifo», escribió Andrew sobre sus viajes por el norte sección de la Ruta.
Los senderos campestres se convierten en escarpados wadis y acantilados a medida que la Ruta se acerca al Valle del Jordán, que ofrece fantásticos paisajes sin civilización a la vista. Pronto, el clima se vuelve más seco y la piedra caliza en capas se transforma en cañones de ranura suave con rayas de mineral de hierro. El laberinto de colores pastel se transforma gradualmente en las paredes monolíticas de arenisca rosa roja de Petra, y luego en las imponentes montañas y las arenas rojas del desierto de Wadi Rum. En este tramo, el más grande de desierto de la Ruta, los colores cambian de los blancos del Sahara a los rojos marcianos durante todo el día. Por la noche, la única luz es la de las estrellas.
Emergiendo del calor y la intensidad de Wadi Rum, el Mar Rojo aparece en el horizonte sobre acantilados verticales de granito, prometedoras aguas cristalinas y playas con viento.
Pruebe la mejor cocina de Jordania
La hospitalidad está en la sangre jordana. En las ciudades o en el camino, será invitado a las casas de los lugareños para tomar té o comida donde sea que vaya. En las comunidades agrícolas del norte, un pastor puede ofrecer queso casero o frutas cítricas de su granja, o pan recién horneado en un taboun (horno de barro) y cubierto con za’aatar, una mezcla de especias jordanas de sal, pimienta, tomillo y semillas de sésamo. En los campamentos beduinos del sur, es posible que se encuentre bebiendo té de hierbas ahumado como zarb, una mezcla de carne, arroz y verduras, cocinando a fuego lento en una estufa debajo de la arena. La Ruta Jordana es un menú de degustación de la cocina única y deliciosa del país.
Viva como los lugareños
Varias comunidades a lo largo de la Ruta ofrecen sus casas familiares y la oportunidad de experimentar sus culturas de primera mano. La Sociedad Al Ayoun, una de las primeras cooperativas de turismo de Jordania formada por las aldeas vecinas de Orjan, Rasoun y Baoun, administra seis casas de familia en las verdes colinas del norte. Los guías locales llevan a los visitantes a casi siete millas de senderos para caminar pasando antiguos altares de sacrificio, refugios de cuevas y olivares que datan de la época romana, compartiendo su conocimiento de la tierra y encontrando tiempo para que el grupo disfrute de comida o té local.
Escondido en lo profundo de las montañas de la Reserva de la Biosfera de Dana en la ruta de Dana a Petra en el sur, el Feynan Ecolodge con energía solar ha cosechado múltiples elogios. Iluminado con velas por la noche y frente al magnífico Wadi Feynan, personifica la hospitalidad beduina. Haga un recorrido guiado en bicicleta o RWD por las antiguas minas de cobre cercanas y observe cómo los lagartos de cola espinosa se escabullen de su camino. Para una verdadera experiencia en el desierto, diríjase a Wadi Rum y duerma bajo las estrellas en una tienda tradicional beduina hecha de piel de cabra negra.
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Y descubra más sobre la tierra de la hospitalidad.
Esta historia fue creada por la Junta Jordana de Turismo de Norte America, que pagó por su creación e inclusión en el sitio de www.smithsonianmag.com
Fuente original de texto y fotografías: https://www.smithsonianmag.com/sponsored/jordan-trail-cultural-travel-hiking-outdoors-180963943/#VPO3lCGTeFbpDf5e.99
