Los hoy llamados Castillos del Desierto son un grupo de construcciones repartidas en el desierto del oriente jordano que se sitúan al este y sur de Amman.

Las funciones de estos castillos, llamados así por su complejidad y grandeza, no han sido aclaradas completamente pero pudieron tener diferentes propósitos. Hay quienes sugieren que fueron los primeros palacios fortaleza, donde soberanos podían alejarse de la ciudad y pasar diferentes temporadas practicando la agricultura, o bien pudieron ser caravasares, lugares de refugio de caravanas y camellos, lugares de descanso, centros de comercio y sitios que ayudaron a fortalecer las relaciones de gobernantes extranjeros con los beduinos.

Los Castillos del Desierto pueden ser visitados en paseos de uno o dos días desde Amman. También se pueden hacer paseos en bicicleta alrededor de estos ejemplos de arte y arquitectura islámicos, los cuales son legado de una época que enriquece la historia del país. Sus mosaicos, frescos y grabados son huella de la tradición persa y greco-romana e imagen de la vida diaria del S.VIII. No hay que dejar pasar la oportunidad de visitar Quseir Amra, uno de los castillos mejor conservados y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, donde sus techos interiores cubiertos por frescos y sus suelos de coloridos mosaicos dan una muestra de la belleza y magnificencia que vivieron en su tiempo.

Testamentos de la lucha ganada por el ser humano para sobrevivir en uno de los desiertos más áridos del mundo, estos ‘castillos’ son herencia jordana al mundo sobre la vida del hombre en estas tierras y un atractivo que no tiene igual en el mundo.