#MexicanosEnJordania
Por @Krujo55 Viajero
¡Hola! Yo Soy @Krujo55 Viajero de corazón y quiero platicarte acerca de este maravilloso viaje a Jordania que comenzó literalmente, como un sueño, en realidad fueron varias las veces que soñé con Petra después de ver en internet y en un programa de TV acerca de su construcción y su parte enigmática, fue así que comenzó mi interés por este destino y me decía a mi mismo: ¿Oye, y por qué no visitas Petra? 🤔 Entonces todo se fue dando, hubo una conexión que me motivó aún más, dije “¡Quiero ir, quiero ir!” y básicamente me apliqué, me fui preparando física y mentalmente para unas vacaciones en Jordania solo que llegué primero a Egipto y ya en Jordania, me encontré con un amigo italiano, para quien también era su primera vez en este país.
ASÍ LLEGUÉ A JORDANIA
De Egipto volé hacia Ammán, durante el vuelo me quedé dormido y desperté en el momento en el que nos encontrábamos sobrevolando Jordania y ya se veían los cañones, el desierto y empecé a tomar muchas fotografías. Al aterrizar y bajar del avión “¡Oh, sorpresa!”, nos recibieron con alfombra roja, era muy extraño: “¿Alfombra roja, celular, dónde estás?” Rápido a grabar todo, el camino “¡Guau!, ¿Por qué te reciben así?” 😲 Y fue entonces que caí en cuenta que era por el nombre del aeropuerto: “Queen Alia”, que es el aeropuerto principal de Jordania: ¡Impresionante! Después nos trasladamos en autobús y ya en la sala, lo primero fue mostrar mi pasaporte, mi Jordan Pass (porque compré con anticipación mi Jordan Pass ¡eh!) Pasé migración fue algo tardado ya después me enteré que la entrada por Egipto toma más tiempo la revisión. Después de una espera de minutos que me parecieron horas, me devolvieron mi pasaporte, bajé la maleta, cambié mi dinero, —dólares por dinares jordanos— Después allí mismo, me encontré con mi amigo quien llegó directamente desde Milán. Tomamos un taxi que nos llevó hacia el centro de Ammán, y allí comenzó la primera aventura.
DESCUBRIENDO AMMÁN
Durante el trayecto el taxista nos platicaba bla, bla, bla bla bla, ¡Ah, bueno!, aquí vi algo bien interesante: Yo nunca había visto un pastor de camellos, 🐪 estaba sobre la carretera principal y allí estaba una persona pastoreando los camellos ¡Guau! No me lo habría imaginado, normalmente ves que pastorean vacas, borregos, etc., pero camellos ¡Nunca! Bueno, seguimos por el camino y entonces el chofer se para porque necesitaba ir al baño, lo cual se me hizo muy raro, a su regreso le empezamos a hacer muchas preguntas, como si la ciudad era segura, acerca de los horarios, hasta qué hora podrías andar en la ciudad, muchas preguntas, las preguntas normales que haces, ¿Qué tal está el clima, qué es lo que viene en los próximos días?, etc. Bueno, así llegamos a nuestro hotel, una vez instalados, bajamos y lo primero que hicimos fue irnos a caminar por la ciudad a ver que había, que comían, ver las calles, como eran. No me tocó ver semáforos, por ejemplo, muy pocos. Acerca de la ciudad, pues básicamente son cerros, con construcciones casi todas de color arena; muy limpia, no me tocó ver casi policías y no veía casi policías o tránsito, decía bueno, entonces quiere decir que todo está bien, no me tocó ver nunca inseguridad.
Continuamos la caminata, tomé un café, empecé a ver todo escrito en árabe, empezaba a preguntar ¿Y cómo se dice “Gracias” — “Shukran” —y cómo esto..? Me fijaba y escuchaba como hablaban ellos. Cómo se referían en árabe, obviamente, yo no entendía nada, pero me llamaba la atención.
Seguimos y pasamos cerca de un mercado (Zoco), por el Anfiteatro que se ubica en el barrio antiguo conocido como el “Corazón de Ammán”, ❤️ no entramos pero pasamos, eso sí caminamos mucho, ya era noche cuando regresamos al hotel. Subimos y comimos algo y nos fuimos a dormir.
No recuerdo si fue el segundo o el tercer día que fuimos a La Ciudadela, lo que hacíamos era salir del hotel y caminar y caminar, creo que desayuné una vez en el hotel porque a mi me gusta probar cosas diferentes, lo que haya en la ciudad, así que me la pasé: “Yo quiero el desayuno árabe” (“fatur earabiun”), 🥙 yo quiero lo que ustedes comen, si tienen leche de cabra, “Pónganle leche de cabra”. Y bueno, seguimos caminando, vimos un mercado de especias, lo analizamos: Interesante los olores, muchas hierbas, muchas infusiones, cómo se manejaba el mercado. cómo hablaban y las risas, el cómo bromean los árabes y yo me quedaba viéndolos y después decía, “Espero que no lo tomen a mal”, pues lo hacía porque es algo nuevo, un país nuevo, son personas nuevas, entonces, viendo si se gritan, si se hablan, si bromeaban.
Entonces, bueno, después subimos cerros, estaba perfectamente señalizado todo, hasta que llegamos a La Ciudadela, para entrar pasamos el QR del Jordan Pass, conocimos el Museo, probamos cosas de la cafetería, vimos todas estas columnas, grandísimas, platicamos con muchos turistas y nos preguntaban “¿De dónde vienen? De México, ¡yo quiero ir a México!”.
Nos sentamos a observar cómo la ciudad se veía desde otra perspectiva, cómo de lejos y desde arriba. Si sonaba la ambulancia, qué más había, entonces yo escuché por unas bocinas de los Minaretes que se encuentran en la ciudad, el llamado para que la gente asista a rezar (“salaa”), esto me parece sumamente interesante y se me erizaba la piel de solo escucharlo. Al mediodía bajamos para llegar al Anfiteatro: ¡Impresionante! 😲 y Gianni, que es italiano, decía que era igual que el Coliseo y me contaba su historia de Italia y Roma. Escuchar desde esa perspectiva, los sonidos que emanaba, cómo iban de un lugar a otro, prácticamente podías escuchar toda la acústica impresionante del lugar… La construcción, su altura me pareció todo muy pero muy interesante, y lo que más me gusto fueron estas columnas como alusión a Hércules, como si fuera un antiguo Grecia o como inspiración para estas columnas, no pude evitar abrazarlas, eran sumamente inmensas, de un solo material, como si fuera un monolito, como tallado, y bueno, como esto fue antes de Petra, me dije “¿Entonces, si esto es aquí, qué me puede esperar en Petra?”. 😃
En Ammán estuvimos varios días, nos la pasamos caminando, yo me salía solo a conocer las calles, y estuve fascinado fotografiando los graffitis, o me quedaba con las personas que estuvieran bailando o cantando y las grababa; me detenía a probar una “Jordan Mint” que es la limonada que comenté anteriormente y que es muy diferente a como la conocía, para nosotros es como agua de limón, azúcar y sal, pero aquí el sabor cambia por ser tipo un helado o frappé con un toque de menta, ¡Muy rico! 😋
Un día, como ya lo tenía agendado como un top que quería visitar, nos dirigimos hacia Rainbow Street, que es una calle muy bonita, con unas escaleras, igual muy bonitas con restaurantes y bares donde disfrutamos la limonada, comí muchas bolitas de Falafel, ¡Me encantó!, al Falafel le ponía de todo, ¡Póngale más! les pedía, así comía y me quedé sentado, con mi celular haciendo mis tontadas.
Hay mucho que recorrer en Ammán ¡Me pareció una ciudad súper feliz! 😃
COMUNICÁNDONOS EN JORDANIA
Durante nuestro viaje a Jordania conocimos a varios jordanos y la persona del hotel se volvió como nuestro aliado, nos invitaba a su casa, nos platicaba de su familia, nos enseñó a escribir en árabe, nos entendimos sin problema, con el inglés no tuve ningún problema de comunicación, y aún si tienes un nivel muy básico, la vas a hacer porque los jordanos son como los mexicanos, aunque hables medio mocho, pero dices las palabras claves y te van ayudando, no hay necesidad de hablar árabe.
👉🏻 Continúa SEGUNDA PARTE