La empresaria creativa Rana Beiruti nos cuenta dónde encuentra la inspiración en Ammán.

Rana Beiruti, una apasionada creativa con formación en arquitectura y diseño, cofundó la Semana del Diseño de Ammán cuando se dio cuenta de la necesidad de una plataforma para que los jóvenes creativos de Jordania mostraran su talento. Su deseo de defender el talento local la llevó a lanzar también Platform, una iniciativa curatorial que pretende conectar a los diseñadores e innovadores de Jordania con una audiencia global.

Esta entrevista forma parte de The World Made Local (El mundo convertido en algo local), una colaboración global entre las siete ediciones internacionales de Condé Nast Traveler en la que 100 personas de 100 países nos cuentan por qué su territorio debería ser su próximo destino.

Si alguien estuviera de visita en Ammán durante 24 horas, ¿Cuáles son los cinco lugares que debería visitar?

Hay muchas cosas que hacer en Ammán, y sin duda recomendaría un recorrido a pie por la ciudad: yo empezaría desayunando en Wild Jordan, en Jabal Amman, desde donde se puede contemplar toda la ciudad y pasear por el barrio, donde hay algunas casas y arquitectura patrimonial de los años treinta y cuarenta. A continuación, caminaría cuesta abajo hacia el centro de la ciudad antigua y a través de los mercados para llegar a la parte romana de la ciudad, parando en el Nymphaeum (antiguos baños romanos) así como en el anfiteatro romano.

Si te gustan las artes y la escena creativa, tienes que visitar el barrio de Jabal Al Weibdeh. Este barrio alberga un montón de galerías de arte, estudios, cafés y tiendas conceptuales. Aunque hay que subir desde el centro, se puede disfrutar de algunos de los murales y obras de arte subiendo por las escaleras de Kalha, hay que detenerse en las exposiciones de arte y en el yacimiento arqueológico de la iglesia bizantina de Darat al Funun en el camino.

El mejor momento del día para visitar la Ciudadela de Ammán es a última hora de la tarde o justo antes de la puesta de sol. Se puede ver el yacimiento arqueológico tal y como se desarrolló a lo largo de varias civilizaciones que ocuparon la ciudad, y se puede ver a la gente volando sus cometas y a las icónicas palomas de Ammán sobrevolando. También es agradable escuchar los ecos de la llamada a la oración vespertina desde lo alto de la ciudad.

Por la noche, disfruto comiendo o tomando una copa en el Bonita Inn Restaurant & Tapas Bar. En Ammán también hay muchos bares y restaurantes en las azoteas, como el Loft o el District, con impresionantes vistas de la ciudad.

¿Qué es lo que le gustaría que la gente supiera sobre Jordania, pero a menudo no lo sabe?

Aunque Jordania es un país relativamente pequeño con un clima mayoritariamente mediterráneo, es uno de los países con mayor biodiversidad del mundo, con cinco zonas bio-climáticas diferentes que van desde densos y frondosos bosques en el norte hasta áridos desiertos en el este y el sur.

Esto conlleva una variedad de paisajes y una gran biodiversidad de fauna y flora, así como muchas actividades al aire libre para disfrutar. A ello se suman los magníficos esfuerzos de la Real Sociedad para la Conservación de la Naturaleza, que ha creado bioreservas y zonas protegidas en un esfuerzo por conservar el paisaje natural y su fauna y flora. Se pueden visitar las reservas forestales de Ajloun, Yarmouk y Dibbeen, o pasar la noche observando las estrellas en el Ecolodge de Feynan o en los desiertos únicos y mágicos de Wadi Rum.

Cuando quieres inspirarte, ¿A dónde vas?, ¿Por qué te resulta tan inspirador?

Por lo general, me gusta dar un paseo por el centro de la ciudad o intentar visitar a los artesanos que aún trabajan en el campo. Es una bonita conexión con el pasado y revela mucho sobre la historia de la ciudad, con la que muchas de las generaciones más jóvenes han perdido el contacto. El tejido urbano de la zona es bastante denso, y hay muchos rincones ocultos que merece la pena explorar.

¿Cómo ha evolucionado el panorama creativo?

La transformación que he visto en los últimos siete años trabajando en arte y diseño en Jordania ha sido fenomenal. Hay mucha energía en la ciudad, ya que es una población muy joven y bastante diversa, con residentes procedentes de toda la región. Hace cinco años organicé una bienal de diseño en Jordania (la Semana del Diseño de Ammán), que abrió los ojos hacia muchos diseñadores y artesanos que trabajan en secreto en proyectos interesantes e importantes que abordan cuestiones del mundo real de forma innovadora. También es muy divertido; siempre se oye hablar de nuevas exposiciones pop-up y galerías de arte que abren sus puertas. El verano suele ser la temporada de festivales, lo que incluye muchos de música y conciertos. No es difícil hacerse una idea de la ciudad cuando ves las obras de arte en las paredes mientras paseas.

Cuando estás fuera, ¿Qué echas de menos de Jordania?

¡La comida! El acto de sentarse alrededor de una mesa para compartir una comida con la familia y los amigos es una parte central de nuestra cultura y experiencia. La cocina levantina, especialmente para el desayuno, es sana, deliciosa y fresca y no se puede encontrar en ningún otro lugar del mundo.

Rana Beiruti