TEMPORADAS PARA VIAJAR A JORDANIA
Más de 300 días de sol al año hacen de Jordania un país templado que tiene días secos y calurosos en verano y parcialmente fríos y húmedos en época invernal. Las estaciones que más flujo de turistas tienen son primavera y otoño (aproximadamente de marzo a mayo y de septiembre a noviembre) pues tienen clima cálido pero no los calores extremos del verano.
Durante la primavera y el otoño el clima es de días cálidos y noches frescas. Por eso hay más visitantes y se recomienda reservar en las zonas turísticas de mayor relevancia (además de tener en cuenta que los precios pueden ser un poco más altos que en temporadas bajas).
La temporada de lluvias llega a finales de noviembre y desaparece para marzo. Algunos años, durante el invierno, se puede encontrar nieve en Petra, Amman y zonas de montaña hacia occidente, generalmente a finales y principios de año, y hay quienes prefieren visitar el Mar Muerto o el puerto de Áqaba (Mar Rojo) en esta época debido a que las zonas son templadas pero no tan calurosas como en verano.
El clima es cálido en general, pero puede ser impredecible y hay variaciones entre Ammán y Petra con respecto a Wadi Rum y Áqaba.
El calor es seco y las noches un poco frescas por lo que se aconseja llevar una chaqueta ligera o ropa abrigada.